La Unión Europea fue la precursora de esta medida, ya que a principios de este pasado septiembre aprobó que a partir del próximo 10 de diciembre puedan registrarse dominios .eu (correspondientes a European Union) con caracteres que no entren en el estándar ASCII, una codificación nacida en los Estados Unidos y basada en el alfabeto empleado por la lengua inglesa, en la que no se contemplan acentos o letras como la ñ o la ç, propias de idiomas descendientes del latín.
Aún al día de hoy, internet debe mucho a la cultura anglosajona en general y a los Estados Unidos en particular; justamente hace unas pocas semanas el país norteamericano perdió el control que hasta ahora había mantenido sobre la ICANN, entidad independiente --al menos sobre el papel, aunque en la realidad está muy vinculada al gobierno estadounidense--.
Esta subordinación se demuestra también en el ámbito cultural, con una internet a la que en muchos aspectos le ha costado años ponerse a la altura de las necesidades de los usuarios que no hablan habitualmente inglés, aunque en la práctica este idioma es extraoficialmente la lengua oficial dentro de la red de redes.
El último episodio de esta puesta al día lo ha protagonizado este fin de semana la misma ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers), al aprobar en su encuentro de Seúl (Corea del Sur) la introducción de caracteres no-ASCII en los nombres de dominio de más alto nivel (.com, .org, .net, .info...) y en los diversos dominios nacionales o de comunidades.
Ha sido un largo camino, pues las primeras especificaciones que proporcionaban soporte para los nombres de dominio internacionalizados (IDN en inglés) datan de 1996, y los principales navegadores web y sistemas operativos ya lo soportan desde hace más de una década.
A partir del 16 de este mes, los países y comunidades o empresas que gestionan un sufijo de alto nivel podrán empezar a solicitar estos dominios, que serán operativos a partir de mediados de 2010.
La medida facilitará mucho la penetración de internet en los países en los que a la red de redes aún le queda camino por recorrer, ya sea por el desconocimiento del inglés de buena parte de su población, como por la sensación de comodidad que da trabajar totalmente con el propio idioma.
Quienes pueden salir perjudicadas pueden ser las multinacionales y empresas que verán cómo el cibersquatting (o ciberokupación) de nombres de dominio parecidos fonéticamente a sus marcas registradas aumentará. No obstante, estas prácticas son cada vez más difíciles para los ciberokupas.
Recomendamos a todas aquellas personas interesadas en contratar un dominio que incluya un símbolo no-ASCII (letras acentuadas, correspondientes a alfabetos no latinos como el cirílico o el árabe...) que consulten a la empresa registradora con la que trabajan habitualmente
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