miércoles, 14 de septiembre de 2016


La esencia de los dominios .tel


Todos cuantos hemos sido contemporáneos del nacimiento de los dominios .tel, debemos recordar dos aspectos muy sencillos y básicos: Que éstos iban a diferenciarse de los dominios .mobi en el aspecto de que deberían servir para mostrar/representar informaciones de contacto, y que dichos datos de contacto deberían almacenarse en los DNS. La compatibilidad para los dispositivos móviles (ojo, y no sólo para éstos, sino para todo tipo de dispositivos comunicacionales ;-)) es un complemento natural, armónico, para esas mencionadas propiedades.
La carga de datos desde los DNS, para quienes se pusiesen a reflexionar sobre sus implicaciones y sus posibilidades, representaba (representa) uno de sus aspectos más interesantes y emocionantes. No sólo hace a los sitios webs independientes de un hosting, tanto para su configuración como para su mantenimiento en línea, sino que además favorece una inmejorable velocidad de carga, en una red global cada vez más compleja (y en honor a las tecnologías de punta, pasamos de decir, congestionada).
La comprobación de la velocidad de carga de las informaciones consignadas en dominios .tel, la hicimos al manejar un amplio directorio durante más de cuatro años, y la obtuvimos directamente de los clientes anunciantes, y de los usuarios navegantes de la red, sin siquiera preguntarlo. De cientos y miles de clientes no obtuvimos sino satisfacción y reconocimiento.
Los dominios .tel para la conformación de directorios de contacto, son una opción de éxito.
No falta quienes digan que el almacenamiento de datos en los DNS se ha vuelto poco útil en el momento presente, mas es poco probable que pueda sostenerse tal afirmación. Por el contrario: En cualquier caso, son un recurso básico de todo sitio web.
Lo que sucede con el almacenamiento de datos en los DNS, no es que se haya quedado como algo obsoleto y primitivo (junto con los dominios .tel), sino que sus inmensas posibilidades no se han mostrado… quienes tienen la sartén por el mango, no han querido sacarlas a la luz…

¿Cómo deberían funcionar los dominios .tel?


Después de un largo y casi ininterrumpido período de silencio, comienza a moverse de nuevo en los medios relacionados con dominios, el tema de los dominios .tel. Todo a la luz del proceso de renovación del convenio entre la ICANN y Telnic, entidad a la que corresponde el manejo de esta extensión en el presente, y hasta el mes de Marzo del 2017.
El tema es del interés no sólo para el domainer puro y duro, sino en especial para un puñado de emprendedores, de diversos perfiles, interesados en la utilización de los .tel y su especialísima configuración, para la conformación de directorios. Directorios con palabras claves orientadas geográficamente, directorios que definen áreas más o menos extensas o nichos del mundo laboral, de los negocios. Dirigidos a funcionar como páginas amarillas de internet.
En la siguiente URL, pueden leerse (en inglés) los comentarios de participantes que la ICANN ha dispuesto al efecto de este evento contractual:
http://forum.icann.org/lists/comments-tel-renewal-04aug16/index.html#00000
El concepto de almacenamiento, distribución y presentación de datos en los dominios .tel, es comprendido por pocos, desestimado por muchos e ignorado por casi todos. Quizás no corresponda, al menos hoy, ahondar en su sentido profundo.
Podría decirse, sin embargo, y utilizando un estilo críptico, que la clave del sentido de los dominios .tel se puede encontrar en estas dos palabras: síntesis y sinergia. Todo ello, por cierto, en relación muy estrecha con lo que últimamente llamamos “el internet de las cosas”, y con el concepto de comunicación en todas sus facetas.
En este contexto, no falta quien diga que la extensión de dominio que nos ocupa, debería “beneficiarse” de la posibilidad de funcionar como “el resto de los TLDs”, lo que le daría una supuesta vitalidad en el mercado.
Sin embargo, cambiar su actual sistema de configuración y funcionamiento, por algo que es común al resto de las innumerables extensiones de dominios disponibles en la actualidad, colocaría a los singulares dominios .tel en un nivel común y con un perfil bajo o mediano. En tal caso, ventas se generarían de forma moderada, quizás durante un largo tiempo, sin que estos dominios llegasen a representar un suceso notable (tanto en el mundo del usuario final como en el mundo de la compra-venta de dominios), es decir, la condena a no ser relevantes jamás.
La posibilidad de que un .tel pueda ser usado como un dominio “normal”, de manera opcional por parte del cliente, resulta mucho más razonable, y mantener el concepto inicial de almacenamiento y articulación de las informaciones consignadas en cada dominio, sí que sería positivo, y multiplicaría sus posibilidades de acción y de inversión.
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